¿Qué se espera del futuro de la industria aerocomercial y cómo se ve afectada por el covid-19?
El Departamento de Graduados de la Universidad Tecnológica Nacional Facultad Regional Haedo entrevistó a cuatro amigos de la casa:
– Ing. Diego Georgiadis (UTN FRH) – Gerente Técnico/Representante Técnico de Aerolíneas Argentinas
– Alejandro Martín Carrizo (UTN FRH) – Gerente de Desarrollo de Flota de Flybondi
– Ing. Juan Echecopar (UTN FRH) – Director de Planificación y Flota de Aerolíneas Argentinas;
– Gabriel Pla – Comandante de Airbus A330 de Aerolíneas Argentinas con 23 años en la empresa;
Todos nuestros entrevistados coinciden en que esta crisis que estamos pasando es la más grande de la industria aeronáutica, incluso más que las ocurridas durante las guerras mundiales. La gran cantidad de aeronaves sin operar, que se estima ronda en el 90% a nivel mundial, (Según IATA hay de 16.000 a 18.000 aeronaves en storage), se está también traduciendo en récord de despidos. Claramente esta pandemia no podía haberse previsto, pero si fue subestimado su impacto.
En cuanto a la manera de generar algún ingreso, también coinciden que la vedette es en este momento la carga, y aun cuando existía previamente un mercado que satisfacía la demanda, puede existir un lugar ajustando los costos. Los pasajeros deberán adaptarse. La respuesta es unánime: esta crisis dejará secuelas en los pasajeros. La reconstrucción de la confianza definitivamente pasará por la parte sanitaria (las aerolíneas ya están trabajando en protocolos de este tipo).
Encontrándose con esta pandemia caracterizada por la explosión de las reuniones virtuales y el trabajo a distancia, coinciden en que estas modalidades llegaron para quedarse y complementar la presencialidad cuando las restricciones se levanten. Una vez que esto suceda, la restructuración se centrará en las alianzas, renegociación con proveedores, reducción de flota; en definitiva, de baja de costos. Los márgenes serán muy finos y la competencia muy fuerte. El rol del estado como soporte de las aerolíneas jugará un papel preponderante en la supervivencia de las mismas. Las aerolíneas pequeñas o que no tengan apoyo del estado, probablemente no sobrevivirán. Las low cost con estructuras más flexibles podrán acomodarse rápidamente; las que queden, apostarán a captar el mercado deprimido por la crisis.
Si bien es unánime que no habrá beneficiados en esta crisis la posición de solvencia en la que quede cada aerolínea, le permitirá adquirir bienes o servicios a precio de liquidación, por ejemplo, absorber, posiciones en aeropuertos que antes de la pandemia era un bien escaso.
“Algunas de las predicciones estiman que recién a partir de 2021 pueda llegar a haber – con diferencias por región- una actividad de la industria similar a la que había pre COVID-19. De ahí se verá un impacto en los talleres, OEMs, y proveedores de servicios, dando como resultado que el usuario final o demandador de servicios que son las aerolíneas van a determinar el paso del resto de las áreas de la industria aeronáutica”.
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